Historia del municipio
La Edad Media ha sido la etapa que más ha marcado la historia del municipio de Boca de Huérgano. De hecho, herencia de aquella época es la denominación de Tierra de la Reina, que porta con orgullo esta comarca probablemente a partir de que la reina Dña. Berenguela de Castilla recibiera estas tierras (concretamente el castillo de Portilla) como dote por su boda con Alfonso IX, rey de León, a finales del siglo XII.
De todas formas, la tradición popular apunta otras posibles explicaciones. Así cuenta que, en algún tiempo, la comarca era asignada a las reinas de León, de tal modo que el cobro de impuestos les servía para cubrir sus gastos personales. Otra creencia ampliamente difundida asevera que, en pleno siglo XIII, la comarca tuvo el honor de acoger a la reina Constanza de Portugal, esposa de Fernando IV de Castilla. Se dice que estando enferma vino a estas tierras para restablecerse buscando “el aire sano, las puras aguas y los buenos alimentos”.
Avanzando en la historia, fruto del matrimonio de Fernando IV y Constanza de Portugal nació el rey Alfonso XI de Castilla, quien tuvo varios hijos ilegítimos con Dña. Leonor de Guzmán. Uno de ellos, Don Tello, Conde de Vizcaya y Castañeda y Señor de Aguilar, se convertiría en el primer Señor de Tierra de la Reina, incorporando a su jurisdicción el territorio de Siero, que abarcaba también los pueblos de Valverde de la Sierra y Besande y que hasta entonces había permanecido independiente.
Varias generaciones más adelante, Dña. Constanza Enríquez, biznieta de Don Tello y heredera del señorío de Tierra de la Reina, fijó su residencia durante muchos años. Enamorada de estos valles y montañas, trajo grandes beneficios a sus pueblos; incluso mandó construir la capilla mayor de la iglesia de Los Espejos de la Reina para su sepultura, aunque finalmente no fue allí enterrada. Como resultado de su casamiento con Don Juan de Tovar, la casa Tovar pasó a dominar la comarca.
El territorio de Boca de Huérgano fue señorío de forma continuada hasta las desamortizaciones del siglo XIX. Uno de sus últimos señores, Don Fernando Tovar Enríquez, consiguió del rey Carlos II, a finales del siglo XVII, el título de Marqués de Valverde de la Sierra, que sigue vigente en la actualidad aunque con un valor meramente honorífico.
